Todos eran amables.

El hotel era un sitio muy cómodo para explorar Madrid. Me ha encantado todo.- Habitaciones con un balcón.- Todos eran competentes y eficientes.- El bar en la planta baja fue una ventaja.- En definitiva, un buen precio.

La limpieza de la habitación y las camas fue impecable, el espacio amplio y el silencio notable, sin ruidos molestos. Disfrutamos de la tranquilidad en un entorno acogedor. La piscina espaciosa con socorrista fue perfecta para relajarnos, y la cercanía a lugares emblemáticos como el Estadio Santiago Bernabeu y la Estación de Chamartín enriqueció nuestro vínculo familiar. A pesar de un contratiempo con el agua caliente, el excelente servicio nos compensó con un gesto generoso. Definitivamente seguiremos visitando este hotel.

Gran habitación con calefacción central, caja fuerte y TV con muchos canales! 📺

La cama era super cómoda. El baño bueno y había un minibar, una caja fuerte privada y una llave electrónica en la habitación.- La ubicación buena y estupenda era un bonus añadido.- Estaba en una zona maravillosa, el lugar ideal para mí.

el hotel Mirador de Chamartín es genial. Las habitaciones están súper limpias y la ubicación es perfecta, cerca del aeropuerto. Además, el personal es muy amable y servicial. También, la piscina es tranquila y compartida con poca gente.

No dudaría en recomendar este hotel.

El hotel estaba muy limpio. La habitación era perfecta y muy atractiva con una cocina y aire acondicionado, tal como en la descripción.- Los empleados del hotel eran educados y muy buenos.- La comida estaba deliciosa.

Una habitación tranquila y perfecta con WiFi gratis. Un personal educado y muy bueno en la recepción.- Una cama super cómoda.- Nuestro alojamiento estaba situado en una zona residencial cerca de los medios de transporte y de las estaciones de tren y también de la iglesia.

Tuve acceso a entrenadores personales de alta calidad que me ayudaron a personalizar mi rutina. Además, pude relajarme en la tranquila terraza para una cena al aire libre. Las habitaciones son modernas y espaciosas, con detalles elegantes y prácticos. ¡Incluso había una cocina en mi habitación para sacar al chef que llevo dentro! Y sí, definitivamente aproveché la piscina al aire libre durante mi estancia. ¡Una experiencia genial! ¡Volveré!

Me hospedé en el Hotel Mirador de Chamartín solo para transitar durante mi viaje, y la conveniencia de su ubicación fue inmejorable. A tan solo 5 minutos a pie de la estación de Pinar de Chamartín, este elegante hotel se encuentra estratégicamente situado, a tan solo 20 km del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y a 20 minutos en coche de Atocha. Además, la estación de Bambú está a escasos 0.8 km, facilitando mis desplazamientos por la ciudad.

A pesar de todas las comodidades que ofrece el hotel, me percaté de la falta del menaje mínimo en la cocina americana de la habitación. No había ni siquiera dos platos, dos vasos, dos tazas y dos cucharillas para el desayuno, lo cual resultó un inconveniente, especialmente para una estancia corta.

La piscina es genial para relajarse y el desayuno es súper abundante, con opciones como queso y ensalada 🏊‍♂️. La ubicación es tranquila y residencial, lo cual facilita el acceso a otros lugares cercanos, como el restaurante Ni Hao Arturo Soria, donde disfrutamos de una deliciosa comida/cena. ¡Llegamos sin problemas!

Las habitaciones estaban bien equipadas con minibar, cama doble y aire acondicionado. La ubicación era tranquila, en un barrio apacible.- Estaba cerca de la estación de metro, cafetería y atracciones turísticas.- Buen precio por lo que ofrecía.

Me encantó tener acceso a entrenadores personales y disfrutar de un menú variado. Además, el diseño y la atención fueron muy elegantes.

Me fascinó cómo los pequeños detalles estaban tan bien pensados, ¡especialmente los preciosos pelos ajenos en la ducha y en el gel!

Habitación bien cuidada y lo suficientemente espaciosa con caja fuerte, escritorio y un balcón grande. Personal excelente y extremadamente amable.- Diseño moderno.- Ubicación en un barrio tranquilo.- La piscina era muy bonita.

Me encantó la decoración del hotel, con un estilo vanguardista en tonos blancos, negros y naranjas que creaba un espacio único y acogedor. Las áreas comunes estaban impecablemente decoradas, y la terraza del restaurante era encantadora para disfrutar del buen tiempo. Además, la facilidad para llegar al hotel, con parada de metro cercana, fue perfecta para personas mayores como yo.

Me gustaría que el personal del hotel fuera más atento a las necesidades de las personas mayores. Es importante contar con un servicio que se preocupe por que todos los huéspedes, especialmente los de la tercera edad, disfruten de una estancia cómoda y sin contratiempos.